Innovación y efectividad en la selección de personas. 09/01/2017
Innovación y efectividad
en la selección de personas.
Metodología Horse Eye®.
Toda organización requiere personal adecuado y cualificado para poder operar. No obstante, aunque los profesionales de RRHH y consultores de selección de personal cuentan con una gran cantidad de herramientas para poder evaluar a los candidatos y para poder discernir entre unos y otros, pueden existir imprecisiones en cuanto a la comprobación de las competencias, actitudes, habilidades y talentos.
Imprecisiones que acarrean consigo altísimos costes financieros y sociales.
Para comprobar todo ello, no hace falta mucho más que mirar los resultados dentro de las empresas: una búsqueda que se repite sistemáticamente porque los candidatos seleccionados no terminan de cumplir con las expectativas; o alguien que, exitoso en un puesto y promovido a otro de mayor responsabilidad, termina haciendo agua; o un candidato que, aunque ha superado exitosamente todas las entrevistas y los test, luego sorprende con una actitud inesperada en el puesto.
Efectivamente, ¿cómo podríamos haber determinado que alguien en situaciones de extrema presión fuera incapaz de gestionar sus emociones? ¿Cómo podríamos habernos percatado sobre la falta de ejemplaridad de un candidato para liderar personas? o incluso, ¿cómo podríamos habernos asegurado la capacidad del elegido para gestionar situaciones de incertidumbre o estrés?
¿Será que no es tan fácil eso de “poner al hombre correcto en el puesto correcto”?
Como respuesta a esa necesidad de minimizar al máximo la posibilidad de error en la selección de personas, sobre todo en puestos estratégicos, directivos o de liderazgo, y para contar con más criterios para la toma de decisiones final, ha sido diseñado la metodología HORSE EYE®.
Se trata de una metodología que les permite a seleccionadores y a profesionales de RRHH, innovar en el proceso de definición y elección final del candidato; etapa a la que suelen llegar los postulantes al puesto con un perfil profesional y personal muy similar.
¿Qué es lo innovador de esta metodología? Pues, desde el principio y hasta el final, absolutamente todo; aunque lo más interesante es que también tiene un sólido sustento científico. Vayamos por partes.
¿Qué puede haber más sorprendente para los candidatos entre los cuales está la definición que llevarlos a un entorno diferente rodeado de naturaleza y caballos, en el que tendrán que colaborar entre sí, aunque sin instructivos ni aviso previo? Ciertamente, cuando esto ocurre, las primeras impresiones suelen ser muy reveladoras sobre la actitud de cada uno de ellos. Se trata de una actividad a la que no van condicionados y en la que su lado genuino: sus competencias, habilidades, emociones y talentos emergerán antes o después.
Y además de situarse en un escenario que les obliga a salir de su zona de comodidad, la interacción con un ser vivo poderoso e imponente como el caballo, les invita a desenvolverse dando lo mejor de sí; pero sobre todo, no les permite actuar u ocultarse detrás de ninguna máscara y la incertidumbre es la protagonista durante todo el proceso. ¿Cómo la gestionan? ¿Cuál de ellos lo hace mejor? ¿Cuánto, cómo y qué aporta cada uno?
Un multipremiado beisbolista de las grandes ligas, Wade Boggs, afirmaba: “Una actitud positiva provoca una reacción en cadena de pensamientos, eventos y resultados. Es un catalizador y desata resultados extraordinarios”. Apoyar estas palabras no es resulta difícil para nadie que conozca la diferencia abismal que existe entre trabajar dentro de un clima laboral positivo y negativo. La actitud del líder contagia, inspira y genera seguidores naturales (o todo lo contrario). Como diría Churchill “La actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”.
Y eso, entre otras cosas, es a lo que apunta esta metodología. De dejar en evidencia, frente a los observadores y de forma espontánea, actitudes, emociones, destrezas, fortalezas, habilidades y talentos que no surgen, o surgen muy solapadamente, cuando el entorno es su zona de confort.
El proceso completo está dividido en 5 fases:
- Citación en el centro hípico.
- Bienvenida. Explicación del motivo de su presencia y de la actividad. Aquí ya surgen las primeras reacciones a evaluar (gestos, comentarios, etc.).
- Dinámicas en pista. Pruebas individuales y grupales. El experto equino y la psicóloga experta en selección irán transmitiendo a los observadores -seleccionadores- el desarrollo de las dinámicas.
- Entrevista Sobre el terreno con cada candidato que dará su feedback luego de la impactante experiencia fuera de su habitualidad.
- Informe Se escribirá un informe final donde se plasmarán aspectos relevantes de cada candidato, confeccionado por la psicóloga, seleccionadora y el experto equino.
Y claro que todo, como mencionábamos con antelación, esto tiene sustento científico. Amy Smith, codirectora del trabajo y miembro del Grupo de Investigación de la Cognición y la Comunicación Vocal de los Mamíferos de la Universidad de Sussex, explica «Lo que es realmente interesante de esta investigación es que demuestra que los caballos tienen la capacidad de leer las emociones a través de la barrera de las especies y de reconocer comportamientos ligados al estrés (…) Comprobamos que los caballos reaccionan más a las expresiones negativas que a las positivas Esto podría deberse a la importancia de reconocer amenazas”.
Esta metodología ha sido diseñado por Patricia Calabuig Monzón, licenciada en Psicología y con una experiencia de más de 20 años en el área de desarrollo de personas, junto a Luis Lentijo, Etólogo equino y con vasta experiencia en la creación de programas orientados al desarrollo de habilidades sociales y directivas.
